DOMINGO DE PASCUA
VÍSPERAS
VERSÍCULO INTRODUCTORIO
HIMNO
2.- Cuius corpus sanctíssimum,
in ara crucis tórridum,
sed et cruórem róseum,
gustándo, Deo vívimus.
3.- Protécti paschæ véspero,
a devastánte ángelo,
de Pharaónis áspero,
sumus erépti império.
4.- Iam Pascha nostrum Christus est,
Agnus occísus ínnocens;
sinceritátis ázyma,
qui carnem suam óbtulit.
5.- O vera, digna hóstia,
per quam frangúntur tártara,
captíva plebs redímitur,
reddúntur vitæ prǽmia!
6.- Consúrgit Christus túmulo,
SALMODIA
ANT.1:
Salmo 112
1 ¡Aleluya!
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
2 Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
3 de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
4 El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre el cielo.
5 ¿Quién como el Señor Dios nuestro
que se eleva en su trono,
6 y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
7 Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
8 para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
9 a la estéril le da un puesto en la casa
como madre feliz de hijos. ¡Aleluya!
Se repite la antífona.
ANT.2:
Salmo 113
1 Cuando Israel salió de Egipto,
los hijos de Jacob, de un pueblo balbuciente,
2 Judá fue su santuario,
Israel fue su dominio.
3 El mar, al verlos, huyó,
el Jordán se echó atrás;
4 los montes saltaron como carneros,
las colinas, como corderos.
5 –¿Qué te pasa, mar, que huyes,
y a ti, Jordán, que te echas atrás?
6 ¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;
colinas, que saltáis como corderos?
7 En presencia del Señor se estremece la tierra,
en presencia del Dios de Jacob:
8 que transforma las peñas en estanques,
el pedernal en manantiales de agua.
Se repite la antífona.
ANT.3:
Salmo 113 B
9 (1) No a nosotros, Señor; no a nosotros, /
sino a tu nombre da la gloria:
por tu bondad, por tu lealtad.
10 (2)¿Por qué han de decir las naciones:
“Dónde está su Dios”?
11 (3) Nuestro Dios está en el cielo,
lo que quiere lo hace.
12 (4) Sus ídolos, en cambio, son plata y oro,
hechura de manos humanas:
13 (5) tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
14 (6) tienen orejas y no oyen,
tienen nariz y no huelen,
15 (7) tienen manos y no tocan, /
tienen pies y no andan,
no tiene voz su garganta.
16 (8) Que sean igual los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
17 (9) Israel confía en el Señor:
él es su auxilio y su escudo;
18 (10) la casa de Aarón confía en el Señor:
él es su auxilio y su escudo;
19 (11) los fieles del Señor confían en el Señor:
él es su auxilio y su escudo.
20 (12) Que el Señor se acuerde de nosotros y nos bendiga, /
bendiga a la casa de Israel,
bendiga a la casa de Aarón;
21 (13) bendiga a los fieles del Señor,
pequeños y grandes.
22 (14) Que el Señor os acreciente,
a vosotros y a vuestros hijos;
23 (15) benditos seáis del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
24 (16) El cielo pertenece al Señor,
la tierra se la ha dado a los hombres.
25 (17) Los muertos ya no alaban al Señor,
ni los que bajan al silencio.
26 (18) Nosotros sí, bendeciremos al Señor,
ahora y por siempre. ¡Aleluya!
Se repite la antífona.
ANT.4:
Salmo 114
1 Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante;
2 porque inclina su oído hacia mí,
el día que lo invoco.
3 Me envolvían redes de muerte, /
me alcanzaron los lazos del Abismo,
caí en tristeza y angustia.
4 Invoqué el nombre del Señor:
“Señor, salva mi vida”.
5 El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
6 el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas me salvó.
7 Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
8 arrancó mi alma de la muerte, /
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
9 Caminaré en presencia del Señor,
en el país de la vida.
Salmo 115
1 (10) Tenía fe, aun cuando dije:
“Qué desgraciado soy”.
2 (11) Yo decía en mi apuro:
“Los hombres son unos mentirosos”.
3 (12)¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
4 (13) Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
5 (14) Cumpliré al Señor mis votos,
en presencia de todo el pueblo.
6 (15) Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
7 (16) Señor, yo soy tu siervo, /
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
(17) Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
9 (18) Cumpliré al Señor mis votos,
en presencia de todo el pueblo;
10 (19) en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén. ¡Aleluya!
Se repite la antífona.
ANT.5:
Cántico NT 22
Ap 19,1-2.5-7
1 Aleluya.
La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios,
2 porque sus juicios son verdaderos y justos. Aleluya.
5 Aleluya.
Alabad al Señor, sus siervos todos,
los que le teméis, pequeños y grandes. Aleluya.
6 Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo,
alegrémonos y gocemos y démosle gracias. Aleluya.
7 Aleluya.
Llegó la boda del Cordero,
su esposa se ha embellecido. Aleluya.
Se repite la antífona.
LECTURA BREVE Hb 10,12-14
Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.
RESPONSORIO BREVE
ANT. DEL MAGNÍFICAT
Ant. Año A:
Ant. Año B:
Ant. Año C:
Cántico NT 1: Magníficat
Lc 1,46-55
46 Proclama mi alma
la grandeza del Señor,
47 se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
48 porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
49 porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo, /
50 y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
51 Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
52 derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
53 a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
54 Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
55 –como lo había prometido a nuestros padres–
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Se repite la antífona.
SÚPLICA DE LA LETANÍA Y PADRE NUESTRO
ORACIÓN
Señor Dios, que en este día nos has abierto las puertas de la vida por medio de tu Hijo, vencedor de la muerte, concede a los que celebramos la solemnidad de la resurrección de Jesucristo, ser renovados por tu Espíritu, para resucitar en el reino de la luz y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
R/. Amén.
VERSÍCULO FINAL